Sin ningún lugar a dudas esta fue y será la más especial de todas las cuarenta y siete. Primero, por ser la carrera de mi ciudad, y segundo, por ser la primera de mi vida; lo que hizo que los días anteriores los nervios me comieran por dentro.Recorrer los primeros kilómetros hizo que me tranquilizara bastante y el resto transcurrió relajadamente, una hora y cuarenta y cinco minutos en los que no dejo de llover ni un solo momento, aún así no hubo nada que pudiera borrarme una gran sonrisa que me provoco la llegada bajo los arcos del acueducto.
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