Esta vez ha sido un viaje de ida y vuelta el mismo día de la carrera, por lo que el domingo a las seis de la madrugada estaba ya camino de León para llegar con tiempo suficiente a la recogida del dorsal y poder cargarme de energías con un buen desayuno. Contra todo pronóstico, y después de pasarse casi todo el viaje lloviendo, a la llegada a la capital castellana lucía un sol espléndido que se encargó de calentar y contrarrestar un poco el frío viento que soplaba esa mañana. Tuve tiempo antes de la salida de compartir impresiones con otros corredores sobre la prueba y sobre mi reto deportivo por el que cada vez se interesan más aficionados a este deporte.
A las diez y media se dió el pistoletazo inicial y dos mil participantes comenzamos a completar los veintiún kilómetros que teníamos por delante. Una carrera muy cómoda de correr, con una primera parte ligeramente de subida que pronto daría paso a un recorrido prácticamente llano en el que poder sacar el máximo redimiento en el último tramo antes de llegar a meta.
En cuanto a la marca que obtuve, fué más o menos similar a la de quince días antes en Santander, pero esta vez logre desarrollar una mejor técnica de carrera empezando más suave para terminar en el pico más alto y haciendo del último kilómetro el más rápido de toda la prueba. Había un grandísimo ambiente en las calles digno de agradecer, y en la parte final a la entrada del Estadio Hispánico donde terminaba la carrera no cabía un alma.
Puedo dar sin problema un sobresaliente a la organización desde el principio hasta el final, en la entrega de dorsales, en el recorrido, en el estadio, etc...es una media maratón muy recomendable. Como ya dije al principio, les dedico esta carrera a mis dos fieles seguidoras que no pudieron estar a mi lado ese día. Nos vemos el 12 de abril en mi ciudad, en la media maratón de Segovia, que correré por tercera vez y que servirá para celebrar el segundo cumpleaños del Reto 47.......saludos amig@s!!!