Han sido ocho pruebas disputadas durante el año, en ocho meses diferentes, y voy a ir por orden destacando los más relevante de cada una.
Dos mil catorce empezó con la media maratón de Sevilla, en la que, además de disfrutar al máximo de la carrera pudimos pasar un maravilloso día de turismo con unos grandes amigos, que hicieron de magníficos anfitriones. Lo más destacable fue sin duda la diferencia de temperatura entre los entrenamientos previos a ese día y los veinte grados con los que al final corrí aquella mañana. Febrero fue un mes de transición antes de correr en Salamanca, una carrera con un recorrido final bastante duro y al que se sumo el frío típico de esas fechas, pero muy arropado por parte de mi familia que estaba entre el público. Para conmemorar el año de vida de este largo camino, a finales de ese mismo mes de marzo, corrí por segunda vez la media maratón de mi ciudad, Segovia, donde a pesar, otra vez, de las inclemencias meteorológicas, conseguí hacer una marca de hora y media, bajando así en quince minutos la anterior en ésta misma carrera y con mucha prensa interesada en mí reto. Abril quedará grabado por la multitudinaria carrera de Madrid; casi veinte mil corredores de todos los puntos del país, entre maratón y media maratón, dimos zancadas por las calles de la capital. En mayo pongo mi punto más alto de este año y de todo mi reto. San Sebastián será una ciudad, y una carrera que nunca olvidaré, impresionado por la belleza de este lugar y orgulloso de ser la primera vez en mi vida, y de momento la última en la que consigo bajar de hora y media en una prueba de este calibre, terminé en hora y veintiocho minutos completamente agotado, pero muy feliz.
Después del largo parón veraniego, llegó septiembre y seguimos completando kilómetros en Soria, la recordaré siempre por lo pesado que se me hizo el recorrido, y por lo que me costó mantener la forma después de unos meses casi sin tiempo ni ganas de entrenar. Octubre marcó otro punto clave; Valencia ha sido otra de las importantes carreras en las que he competido, también con gran aforo de corredores de toda España y acusando un poco la diferencia climatológica, pero marcando un buen tiempo en hora y treinta y tres minutos. Sin viajar mucho, en noviembre participé en Palencia para llegar a las diez carreras de mi reto, y terminar el año en Guadalajara, carrera de diciembre, que también aproveché para dar todo mi apoyo a un ex-corredor maratoniano que ahora lucha contra una grave enfermedad como es la ELA, fue la carrera más lluviosa y fría que he corrido hasta el momento, con cinco grados de temperatura y sin parar de llover en todo el trayecto.
Para finalizar quiero mandar mis mayores agradecimientos a mi mujer y mi hija, que como siempre reitero están ahí para lo bueno y para lo malo sin separarse de mi; y a toda esa gente que cada día de todo este año me han apoyado de una u otra manera, en Facebook, Twitter, mensajes y muchas otras formas, gracias a todos hago y sigo con este RETO 47
FELIZ AÑO 2015...!!!