Una vez recogimos el dorsal y la bolsa del corredor, la cual estaba bien cargada de productos de la tierra, nos dirigimos a la Plaza Mayor de Zamora donde se daría el pistoletazo inicial de la prueba.
Justo delante del monumento en honor a la famosa Semana Santa de esta ciudad, empezamos a dar las primeras zancadas para completar los veintiún kilómetros de la décimo novena media maratón del Reto 47.
Como en muchas otras carreras, me gusta hacer comentarios a favor o en contra de la organización de las mismas. Esta vez, más que una crítica, me gustaría llamarlo consejo a los organizadores. La carrera debería aprovechar un poco más la zona urbana, creo que hablo en nombre de muchos atletas populares, cuando digo que tantos kilómetros sin sentir el calor de la gente y de la ciudad, se hacen más duros y monótonos. Por lo demás, fue un día bastante ventoso, y aunque me encontré físicamente muy bien, el viento frenaba mucho en numerosas partes del recorrido. Finalmente logré dar la vuelta a la pista de atletismo y cruzar la meta en 1h y 29 min, y ahí sí que estaba todo repleto de público elogiando el esfuerzo de los corredores tras completar una media maratón. Dejamos atrás Zamora y empezamos a pensar ya en el esperado 10 de abril, día en el que volveré a correr la media maratón de casa, la de Segovia. Servirá de celebración del tercer cumpleaños de mi reto deportivo....saludos a t@dos!!!